"CARLOTA QUIERE SER PRINCESA" y está buscando el castillo de su vida...
Hay niñas que quieren ser princesas, otras
que quieren ser maestras, otras peluqueras, policías, dentistas y también presidentas,
otras quieren ser como su papá y otras como su mamá… pero… hay otras niñas que
les gustaría poder sentirse princesas por un día porque se sienten abandonadas
y ya desde sus primeros años de vida tienen que comenzar la lucha por conseguir
ese “castillo” soñado en el que poder ser como su papá o como su mamá… me estoy
refiriendo a la historia real de muchas niñas llamadas, genéricamente,
“Carlota” y de las que os puedo contar una de sus muchas historias porque cada
vida tiene su historia y cada historia tiene la vida de muchos.
Carlota es una de esas muchas niñas, podría
ser un niño pero hoy mi historia se centra en el género femenino.
Carlota es una niña que ha sufrido el azote
de la vida contando sólo con 2 añitos de edad… la realidad es que el azote fue
dado en el momento de su gestación pero como nadie estaba preocupado por ella…
nadie se enteró… su vida como gestante fue una vida sin cuidados, sin pautas,
sin horarios, sin ritmos de vida y sin apenas consultas médicas… pero ella ya
era fuerte y estaba luchando contra los elementos naturales y los no naturales…
el pasotismo de su padre, el pasotismo de su madre…
Llegó al mundo entre dificultades… el parto
para su madre no fue complicado… la subsistencia posterior de Carlota si lo fue…
recién nacido con bajo peso, problemas respiratorios y ausencia de afecto…
creció entre el desprecio y entre llanto y llanto y aunque crecer entre lloros
deja secuelas para ella sin embargo fue su seguro de vida… lloró horas y horas
para reclamar comida… para quejarse de malestar… para solicitar compañía… para
el cambio de pañal… para aprender a caminar tras más de mil malas caídas…lloró
horas y horas para todo y para más… y tanto y tanto lloró que cuándo su llanto
se convirtió en lágrimas de pena, tristeza y ausencia de fuerzas… la vida en
una de sus casualidades la iluminó, su llanto fue escuchado, una para ella
“buena” persona que se mantendrá siempre en el anonimato dio la voz de alarma y
sus lágrimas se convirtieron en palabras escritas, en su seguro de vida, en una
resolución de internamiento en una Casa de Familia con una retirada a sus
padres de la tutela.
Meses de trabajo con su padre y con su
madre, meses de trabajo con Carlota… Carlota avanza feliz y contenta… ha dejado
de llorar… su trabajo le ha costado, ha comenzado a expresar sus sentimientos y
sensaciones a través del juego, ha dejado de romper las cabezas de las muñecas,
de castigarlas sin comer y hacerlas pasar frío y aunque las dificultades continúen…
Carlota tiene ya tres añitos… unas personas pueden pensar que un año de su vida
lo ha perdido en un Centro de Protección… otras personas pensamos que la vida
le ha regalado no sólo este año sino todos los años de posibilidades que le
esperan porque las puertas se abren y cada puerta es una nueva oportunidad..
Sus padres… en este año… luchan a su
manera… a través del llanto pero no en forma de lágrimas como hiciera Carlota
un año atrás… un llanto de “odio”, de “enfado”, un llanto bañado de palabras de
desprecio hacia las personas que ellos creen le arrebataron “a su pequeña”, “a
la que han parido” pero por el resto… no se presentan a las entrevistas, apenas
acuden a las visitas con su “niña”, no tienen trabajo ni lo buscan… y para qué
seguir ahondando en las desgracias ajenas… mi pregunta de hoy es…
¿Qué se merece Carlota?
Carlota se merece tener una vida, Carlota
se merece una nueva oportunidad, Carlota se merece vivir en un ambiente amable
en el que ella sea una de las máximas preocupaciones, Carlota se merece su
Castillo, Carlota se merece ser princesa de su castillo y que este sea un
castillo de puertas abiertas, no una prisión en la que tenerla escondida para
que no moleste.