Sin palabras nos hemos quedado al abrir la
puerta y recibir todas estas sorpresas llegadas de la bonita iniciativa
de un niño de 12 años. Su deseo era colaborar, unió sus fuerzas con las
de sus amigos y su esfuerzo llegó a nosotros en forma de juegos,
juguetes, ropa y material escolar. Historia preciosa que nos entusiasma
compartir.
¿Qué más podemos decir!
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