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jueves, 29 de noviembre de 2012

CONVERSANDO CON PILAR PIÑEIRO


Pilar Piñeiro, mujer, madre, empresaria, emprendedora y siempre en constante movimiento, para quien no te conoce o, sencillamente conoce tan solo una de tus múltiples facetas, cuéntanos... ¿Quién es Pilar Piñeiro?
  • Pilar Piñeiro no es nadie, ni nada, no me gustan las etiquetas, están pensadas para que nos definamos, nos pongamos una coraza y seamos sólo el trabajo que realizamos, así que Pilar Piñeiro no es nadie ni nada, sólo un ser humano, una persona. Hay algo mejor, más grande y maravilloso que eso... un ser humano..., nos hemos olvidado de que somos sólo eso.

Y... ¿a qué se dedica profesionalmente Pilar Piñeiro?
  • Me dedico al asesoramiento fiscal.

El equipo de Berce, te conocemos casi, casi desde el nacimiento de la Asociación, nos remontamos al año 1995 y, además de unirnos experiencias profesionales también nos unen experiencias personales que siempre formarán parte de nuestros recuerdos y de nuestra historia. Vamos a recordarlas para todos nuestros amigos. ¿Cuáles y cómo han sido tus primeros contactos con las personas que conforman la Asociación?
  • Desde el año 1995 no parece mucho pero 18 años es muchísimo, es la mayoría de edad para un niño, es el alcanzar un sin fin de libertades, el sacar el carnet de conducir, es tantas cosas y fíjate! que a mí que me encantan los números veo en este premio que me da Berce, mi mayoría de edad también, mi madurez con vosotros, muchos objetivos cumplidos, una etapa.
  • Yo siempre ví y conocí Berce a través de los ojos de Miguel, su entusiamo, sus ganas de hacer cosas por los niños, su siempre buena voluntad, me fascinó desde el principio. Cuando me contaba un caso nuevo, cuándo me hablaba de sus preocupaciones por un niño concreto, cuando se le iluminaban los ojos y cuando se le llenaban de lágrimas, eran el resumen del éxito y el fracaso de un hombre siempre humilde y sencillo, cuando triunfaba sin alardes, sin aspavientos y siempre sabiendo asumir en silencio el fracaso convencido de que podía volver a intentarlo.
  • Todo un ejemplo de humanidad y actitud, por eso para mi Berce es Miguel, es su esencia y filosofía que se mantiene en el tiempo y no varía, él no consiente que cambie, como toda buena idea o pensamiento ha de defenderse y perdurar, sin que nadie nos haga cambiar esa esencia sino sólo mejorarla. Tantas horas de conversaciones con Miguel...tantos buenos, malos y duros momentos nos han llevado a entrelazar esta amistad que está llena de vivencias y experiencias muy, muy emotivas.

  • Miguel es como un cirujano que abre un cuerpo con un bisturí después de 20 años haciendo lo mismo, se emociona, llora por ver lo que ve, siempre es distinto, nunca es rutina aún a pesar de ver lo mismo miles de veces, es siempre su primera vez y le embarga la tristeza al punto de ver su cara en sombra sin luz.
  • Cuando llega un niño nuevo a Berce no llega un niño, llega una vida y como tal es tratada desde el respeto del dolor individual, del daño solo y único y llora Miguel y, llora Berce y lloramos todos con su emoción y con su historia. No es rutina, a pesar de la experiencia, es un daño nuevo a reparar y curar y esto es ya de por sí un trabajo maravilloso, pero al emocionarse así como la primera vez, el vivirlo como la única eso sólo Miguel y, sólo Paula y, sólo Jose y, sólo Pablo... y cuánta suerte tengo yo de haber llorado con ellos.

Tus palabras Pilar... me provocan silencio...recordamos momentos muy emotivos, nos cuentas sensaciones vividas y decisiones tomadas. Nosotros, yo en este caso en nombre de la Asociación Berce, puedo afirmar que tú relación con nosotros va mucho más allá de la tan laureada RSC (Responsabilidad Social Corporativa) pero ¿Cómo entiendes tú colaboración con la Asociación Berce?
  • Curioso pero mi colaboración la entiendo como algo que tengo que hacer, que no sé cómo haría si no colaborara, si no hiciéramos el trabajo que hacemos para ellos, tendría que buscar alguna otra forma de ayudarles, la que fuera, no puedo dejar de pertenecer a su equipo y yo colaboro porque quiero ser y formar parte de Berce. Ese es mi orgullo y privilegio, lo demás es trabajo.
 El pasado día 26 de Octubre de 2012 y aprovechando la celebración de nuestra II Cena Solidaria que ha llevado por lema "Todo niñ@ merece una oportunidad", la Asociación Berce ha querido realizar un reconocimiento público a tu labor solidaria mediante la concesión de su II Premio "O Berce Solidario". Sabemos que tu apoyo siempre has deseado fuera desde el más preciado de los anonimatos pero nosotros hemos optado por saltarnos la norma y concederte el premio desde el más preciado de los cariños ¿Cómo has recibido este premio?  

  • Yo no quería ningún premio... Berce lo sabe, yo sólo quiero estar ahí formando parte de Berce desde nuestra esquinita haciendo lo que podemos. Pero además de pertenecer, que Berce me reconozca como parte y además lo premie, pues no tengo palabras.

Para nosotros esta II Cena Solidaria se ha celebrado en un ambiente de excelente cordialidad y frescura donde han predominado las emociones, el afecto y todo ha estado rodeado de muy buenas sensaciones. ¿Cuál ha sido para tí tú  mejor momento durante la celebración de la Gala?
  • Han sido muchos que se resumen en uno solo:
  • Cuando fui al baño y ví a Jose vendiendo recuerdos de Berce, me emocioné al punto de no poder saludarlo.
  • Cuando traían un plato y Paula cogía el tenedor y se levantaba porque estaba pendiente de todo y algo tenía que hacer, así uno a uno le fueron retirando los platos llenos, sin tocar.
  • Cuando Miguel se sentó después de hablar para todos y se puso a llorar como un niño.
  • Cuando todos íbamos a bailar y Pablo estaba en una esquinita vendiendo los vales de las bebidas.
  • Todos esos momentos se resumen en uno solo, cuánto orgullo sentí por recibir un premio de gente tan maravillosa que sólo ellos y cada uno de ellos se merece el mayor de los premios y sino el más absoluto de mis respetos.

Quiero también contarles a todos que durante la Cena has estado acompañada no sólo del Equipo de Berce y de tu equipo de trabajo sino también de tu familia, de tus amigos y de un selecto número de clientes que han querido estar contigo. Es el momento de hablar con ellos ¿Qué quieres contarles, decirles o expresarles?
  • A mi equipo de trabajo sólo agradecimiento sin duda por su buen hacer y por hacerme compartir tantos buenos momentos, tantas tensiones siempre, tantos nervios, serían insufribles sin ese buen humor que nos une a todos.
  •  Mi colaborador super especial es el super abuelo, sin el que yo no podría con los horarios del niño ahora ya mi super niño y ahora porque nos hace mil gestiones que sólo él con esa diligencia y buen hacer consigue que todo esté siempre en su momento cuando más falta nos hace... incansable! sin quejas! impecable! es el super abuelo.
  • Yo no puedo dejar de agradecerle a Ana su especial colaboración, pero esto es lo de siempre uno puede trabajar en su horario hacerlo bien y ya está, pero mi Aniña va más allá es la perfección, la implicación, la voluntad, el querer mejorar día a día, por eso y por ser la sonrisa y la risa del día no puedo dejar de darle mis más profundas gracias.

Pilar... y a mí me han contado un secreto, y es que pese a tus emotivas palabras en el momento de recepción del galardón, te has quedado con ganas de decir más cosas y, como esta es y siempre será tu casa, abrimos este espacio y este momento para que expreses todo lo que quieras. Adelante!!!
  • Sólo agradeceros de nuevo el dejarme ser, el dejarme estar con vosotros, mi mundo, yo, ni siquiera mi hijo seríamos lo que somos sin Berce.
  • Cuando Nico tenía dos añitos aprendió a separar los juguetes de Papa Noel para los niños de Berce, él sabía que no todo era para él, yo creo que su primera palabra fue "compartir"... así que gracias por eso también.
  • Se me quedó por decir lo duro que es vuestro trabajo y lo que os cuesta reconocerlo, se me quedó por decir todo lo que vosotros no decís, se me quedó por decir cuánto valor, solidaridad y buena gente hay detrás de Berce, se me quedó por decir que un niño llámese "Bruno" entra en Berce golpeado por la vida, golpeado y olvidado por no sé qué dioses.

  • Encogido y con la mirada perdida no sabe dónde está, pero tampoco le importa ahora ya hay silencio, silencio y paz qué más da, qué más da todo, el caso es poder dormir está tan agotado... y se acuesta y no se tapa, se esconde literalmente debajo de las mantas como un ovillo y no piensa, sólo quiere descansar y algo... no sabe qué es... hace que concilie el sueño y alguien le susurra al oído: "no te preocupes", quizá será otro niño, quizá alguien... no sabe quién, pero "Bruno" se duerme y esta vez duerme y despierta cientos de veces sobresaltado, asustado, sudando, pero vuelve a dormir porque ve a su alrededor y sólo hay silencio y paz y concilia el sueño de nuevo cada vez y consigue que ésta sea la primera noche de su cortísima vida en la que su vigilia no sea continua y pueda dormir.
  • "Bruno" tiene cinco años y ya sabe cuidar de sí mismo, "Bruno" tiene cinco años y ha llorado tanto que ahora ya no puede llorar, además no quiere, sólo quiere dormir y saber que ningún loco le despierte y le golpee, Bruno sólo quiere empezar a creer en esos Dioses que le han olvidado y esta noche no puede porque es la primera, pero mañana empezará a hacerlo.
  • Y amanece y Bruno tiene hambre, se encuentra bien, pero no se atreve a moverse, por si acaso, pero alguien se acerca a su camita, él se sobresalta, se encoge más y no se mueve, es un ovillo muy pequeñito pero alguien le susurra al oído... "vamos Bruno, vamos a desayunar" y le coge su manita y a él le da igual quien sea, porque tiene hambre y porque esto es lo más parecido a la ternura y lo mejor que le ha pasado en su cortísima vida y confía y va y desayuna, como un pequeño León.
  • Dios mío ha conseguido dormir y desayuna... empieza a creer y empieza a crecer, está en Berce, acaba de llegar y ya es nuestro "Bruno", el mejor, el único, el maravilloso niño que desde aquí sólo puede ir hacia adelante, que aún no sabe sonreir ni reir, pero aprenderá, da su manita a un cuidador de Berce porque no sabe donde está, ni qué hacer ni a dónde ir, pero no le importa porque se siente seguro o no sabe qué siente, porque seguro nunca estuvo antes y es una sensación tan maravillosa que lo único que sabe Bruno es que no quiere irse de aquí.
  •  Se me quedó por decir que una niña llámese "Carlota" llegó ayer a Berce y no puede ir sola al baño tiene tanto miedo que hay que acompañarla siempre y vigilar la puerta, tiene tanto miedo que aprendió a no ir, a sufrir, a aguantar, tiene tanto miedo a todo que no puede estar sola ni un momento, su mirada está tan vacía, tan adulta en ese cuerpecito de niña de seis años que sobrecoge y lloras al verla sin saber qué le ha pasado... sin saber nada de ella.
  • "Carlota" es sin duda el ejemplo claro de todo lo que no debe ser la infancia, "Carlota" es en este momento un nuevo reto para Berce, nadie se puede imaginar sin enfermar su mente, sin ensuciarla, sin quedar sin aliento lo que ha sufrido esta niña, los niños no expresan su dolor con palabras, primero porque a veces son tan pequeños que no dominan el lenguaje y segundo porque su vida es tan breve, tan corta que se creen que lo que les pasa es lo normal que le pasa a todos los niños y se sienten terriblemente mal, pero ese pasa a ser su estado natural, no pueden comparar porque nunca han estado bien.
  • Nuestra obligación como estado civilizado es sacarlos de ese entorno y el trabajo de Berce es hacerles entender y ver que lo normal es que estén bien, sean felices, sonrían y para eso hay que sacar a la niña que está dentro de la niña, pero que se la ha tragado la vida, que se ha dado la vuelta hacia dentro porque hacia dentro... sí hay un mundo de paz donde está ella sola, en su silencio y ahí se encuentra bien, nadie le pega, nadie abusa sexualmente, nadie le grita, nadie le obvia, nadie le abandona porque ya vive en el abandono constante que es menos doloroso que el continuo y reiterado, porque pasa a ser un estado en el que ya nada significa nada.
  • Y ahora qué..??? La niña ya no es niña pero sabemos que está ahí dentro en el interior, te mirará sin verte, te oirá sin escucharte, no te hablará, le faltará la fe y confianza en el adulto. 
  • Qué hacer??? Berce tiene que saber sacar a esa niña de su interior, le dará un entorno agradable, cálido y acogedor, le respetará como ser humano, le acompañará en sus miedos, también le dará la mano y sabrá escuchar todos sus silencios, porque no habrá palabras ni tiene que haberlas en su silencio está su dolor y hay que dejarlo salir y ser. Y ahí poco a poco con una constancia infinita sin perder un minuto, un día, nuestra "Carlota" entenderá que sí había otro mundo al que vale la pena salir, asomarse y explorar para ver si sacando un piececito nadie le va a agredir, y parece que hoy sus ojitos tienen un poco de vida, mañana seguro que "Carlota" después de haber dormido en paz, desayunado como una reina y recibiendo todo el cariño y apoyo de todos, incluso la ayuda y espejo de otros niños se sentirá un poquito mejor y se irá asomando cada día un poquito más, hasta que un día después de un incansable trabajo, sus ojitos una mañana cualquiera se iluminen y sin saber por qué ese día concreto asomen y tengan luz y tengan vida y esboce una maravillosa sonrisa y la magia de Berce que es la magia de la sonrisa de un niño tuvo un final feliz "Carlota" se va con otra familia...
  • Cómo se llamará EL NIÑO qué entra hoy...?

 
Pilar... yo no puedo decirte el nombre de ese niño, yo no puedo decirte el nombre de esa niña pero sí puedo, desde el cariño, desde el corazón y en nombre de la Asociación Berce, AGRADECERTE todos los momentos compartidos y todas y cada una de las palabras que durante la entrevista nos has regalado.
Sencillamente preciosas!!! Me quedo con todas ellas!!!
GRACIAS PILAR!!























Y para seguir disfrutando de las palabras de Pilar Piñeiro os dejo este enlace en el que podréis pasar un rato muy agradable... sus palabras durante la celebración de la Cena Solidaria



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